9 de marzo de 2012

Viernes de Septenario

Saludos hermanos:


Hoy viernes hemos tenido el 5º día del Septenario, dentro del cual, se ha procedido a la Procesión Claustral con Su Divina Majestad. También se ha dado homenaje a dos hermanos que han cumplido50 años en la hermandad.

DISCURSO QUINCUAGESIMO ANIVERSARIO - VIERNES 9 MARZO 2012 (QUINTO DIA DE SEPTENARIO) - JOSE MANUEL CAVIEDES MORENO
Su padre, José María Caviedes Galindo, quedó inmortalizado en aquellas fotos que el costalero recuerda en los Viernes Santos de su infancia. Músico de la Banda Municipal de Cornetas y Tambores de La Algaba, soleano por los cuatro costados, le apuntó al nacer, dándole herencia en vida. Hace treinta y un años marchó al Cielo, pero el eco de su tambor nos acompaña en cada Estación de Penitencia.

El carácter de su padre, hace que viva más la Hermandad en la niñez, vistiendo la túnica en el Cortejo de Virgen. Fundador de la cuadrilla de La Soledad, recuerda con nostalgia al Capataz Manuel Gallardo Arenas. ¡Los Sábados de ensayo! Colaboró en la construcción de la Casa Hermandad. ¡Cuántas anécdotas en ese patio durante las “igualás”! Se marchó a trabajar fuera, regresando a mediados de los años ochenta para volver a coger el costal.

Devoto tanto del Cristo como de La Virgen, se inclina más por La Señora. A los jóvenes les anima a iniciar proyectos. Igual que parecía una locura que con un puñado de niños se pudiera hacer una cuadrilla de costaleros, ahora pueden hacerse realidad otras ilusiones.

Hoy, día de fiesta en la Hermandad de la Soledad, su padre está con todos nosotros para recibir la Medalla Dorada que con él compartirá.

¡Bienvenido, José Manuel Caviedes Moreno!


DISCURSO QUINCUAGÉSIMO ANIVERSARIO - VIERNES, 9 MARZO 2012 (QUINTO DÍA DE SEPTENARIO) - MANUEL SOLÍS PÉREZ

El mayor de una familia numerosa, diez hermanos, comenzó a trabajar a los catorce años, y todavía no ha parado. Todos los días se desplazaba en bicicleta a la calle “Galera“ de la capital. ¡No pudo vivir la Hermandad como él hubiera querido! ¡Pero recrea su juventud con José Agüera, Antonio Fernández y Enrique Velasco a los pies de La Virgen! ¡Muchas horas de trabajo de Francisco Tristán Carbonell!

Al contrario de como suele suceder, aquel niño se viste de nazareno, su padre se emociona al verle, se anima… ¡Y es el hijo quien apunta al padre! ¡Su padre, José Solís González! Se fue al Cielo un tres de Marzo, Cuaresma, y su cuota se presentó al cobro más tarde. ¡Pero fue pagada! ¡Llegó José ante La Señora al día, con su recibo en la mano! ¡”La Tienda de Pepe Solís”! ¡Cuantas anécdotas! ¡Cuantos recuerdos!

Tiene fotos de nazareno siendo niño, dentro de la Parroquia y con la cofradía en la calle. ¡Llora contemplando la salida de los pasos! ¡Contiene la emoción cuando las filas transcurren por la calle San Antonio! ¡Se desborda su sentimiento llegando a la calle ancha! Formó en el Cortejo de Cristo con túnica de la Hermandad, hasta que pudo pagarse una propia y pasó al de Virgen. Tristeza, cuando no teníamos ni para pagar las cuadrillas profesionales. Orgullo, cuando veía la marca en el cuello de su hermano Rafael, tras sacar a La Soledad.

A los jóvenes les pide constancia, entrega y, sobre todo, ¡que nunca olviden al Cristo y a La Virgen!

¡Rememora su juventud soleana Manuel Solís Pérez!

Continúa la emoción, continúa la expectación de nuestros hermanos, aumenta el latido de los corazones. ¡Orgullo soleano!

¡SEÑOR, LO GRANDE QUE ES MI HERMANDAD, Y CABE EN EL CORAZÓN!

¡DIOS OS GUARDE Y BENDIGA SIEMPRE, NAZARENOS DEL SANTO ENTIERRO Y

LA SOLEDAD!