Hoy, día grande de nuestra Hermandad, hemos celebrado la Función principal de nuestro Instituto, en el que nos ha acompañado El Sr. Alcalde, el Presidente de la Pastoral de Hermandades y representaciones de todas las hermandades de la Villa. Se han recibido a dos hermanos que han cumplido 50 años en nuestra hermandad. También hemos puesto las medallas a la nueva Junta Juvenil. Lo más importante, los soleanos algabeños hemos proclamado a viva voz la protestacion de nuestra fe.
DISCURSO QUINCUAGESIMO ANIVERSARIO - DOMINGO 11 MARZO 2012 (FUNCION PRINCIPAL) - MANUEL ROMERO PONCE
Su madre, Magdalena Ponce Torres, imborrable recuerdo, le apuntó al nacer. La primera vez que viste la túnica, lo hace en el Cortejo de Cristo, junto a César Gutiérrez Moya y Antonia Fuentes. Triste experiencia, aguacero en el Viernes Santo y refugio de los nazarenos en el Pasaje del Cine Recreo. Los nazarenos de negro no presentaban por aquellos tiempos el actual cinturón de esparto, sino una simple cuerda que le aprieta en el estómago. Luego, siempre formaría en los tramos de La Señora. Quiso probar experiencia como costalero y el primer año lo hace a las órdenes de Manuel Gallardo Arenas y Carlos Torres Cruz. “Igualá” en el Cine Bazán, actual Peña Sevillista, recibiendo una nota con el lugar y hora de los relevos. Lleva el antiguo Paso de Cristo, donde hoy procesiona el Cristo Resucitado. El último año en la trabajadera, mil novecientos ochenta y ocho, Paso de Palio, con Juan Antonio Gallardo Arenas y Antonio Gómez Arenas.
Sus malos recuerdos en la Hermandad, se reducen a los años en que, por una u otra razón, no salía la Cofradía. ¡Lo mejor, sin duda, aquel Viernes Santo con su hija en la fila! ¡Impresionó al nazareno el pundonor de la pequeña, con dos años, quien le acompañó durante toda la Estación de Penitencia!
¡Tras su familia, lo más importante La Soledad! ¡Tanto le ha pedido a La Virgen…! ¡Tanto le ha dado Ella…! ¡Le ha dado lo más grande! ¡Su mujer y sus hijos! ¡En agradecimiento, todos los días va a ver a La Señora, y así seguirá hasta que Ella lo quiera!
A los jóvenes les pide que colaboren en la Hermandad, sean quienes sean sus dirigentes. ¡La división es mala! ¡Tenemos que ser una piña! ¡Nosotros pasamos por la vida, pero los Titulares siempre estarán aquí!
Colabora nuestro cofrade en el sector trece cobrando cuotas, distribuyendo boletines y convocatorias. Si ahora llamamos a Manuel Romero Ponce, muchos de los presentes preguntarán “¿quién es este hermano?” Por eso, como sabemos que él no se enfada, simplemente decimos… “¡Ven pacá, “Mata”!”
DISCURSO QUINCUAGESIMO ANIVERSARIO - 11 MARZO 2012 (FUNCION PRINCIPAL) - ANTONIO AMORES CARBONELL
¡Historia viva en la Hermandad de La Soledad, su hermano, José Amores Carbonell! ¡Trabajando en el anonimato, fue pionero en la fundación de nuestra Banda de Música! Una banda que se disuelve, los instrumentos se ponen en venta, José aprovecha la oportunidad y compra dos cornetas y dos tambores. Los niños soleanos ven los primeros ensayos… se corren las voces… ¡Nace la Banda de la Soledad! Luego, el Hermano Mayor Francisco Tristán Carbonell, quien fue aquí maestro del cofrade, comisionado por el Cabildo de Oficiales adquiere más instrumentos en “Casa Tejera”.
Con Juan Antonio Gallardo Arenas, organiza la instalación de la primera caseta de la Hermandad en la feria de la villa. ¡Cuánto trabajo, Madre, pero cuántos beneficios!
Varios cargos en el Cabildo de Oficiales, entre los que destaca el de Teniente con el Hermano Mayor Don Juan Antonio Carrión Tristán. ¡La humildad personificada, quiere que se le recuerde, simplemente, como Delegado de Costaleros! ¡Fue costalero del Cristo y del Palio! ¡Preciosa etapa a los pies de su Virgen, bajo cuyo manto se hizo hombre! ¡La cuadrilla era una familia! ¡Triste recuerdo, a todos marcó la marcha de Manuel Gallardo Arenas! ¡Pero Manuel, cada Viernes Santo baja desde el cielo para hacer la primera llamada! ¡Lágrimas afloran en los ojos cuando apunta a sus hijas!
¡Los jóvenes no deben dejar de trabajar en la Hermandad! ¡Siempre adelante, no vale mirar atrás! ¡Son el relevo generacional! ¡Cuando él empezó, la Hermandad de La Soledad no tenía nada! ¡Se mantenía con las cuotas de hermano y a base de rifas! Acompañó un año al Cristo como Penitente; luego, siempre Nazareno de Virgen. ¡La Soledad siempre ha sido su Virgen guapa! ¡La Virgen que enamora! ¡Se hizo cargo de la recepción y atenciones a los saeteros! ¡En un año, trabajó a las órdenes de tres hermanos mayores! ¡No importa quien mande! ¡Trabajaba por y para Ella! ¡Para la Madre de los soleanos!
Siempre tras el anonimato de su antifaz, se define como un trabajador de la Hermandad. ¡No quiere protagonismos! ¡Mucho nos ha costado convencerle para que viniera, pero no podía negarnos el derecho a compartir sus experiencias!
Hoy, día grande para todos, va a recibir la Medalla Dorada abrazado a su hermano José, quien le enseñó a ser soleano, de la única forma que podemos serlo. ¡Con fe y trabajo!
¡Antonio Amores Carbonell!
Un año más repartiendo Distintivos, un año más hermanos llorando. ¡Por eso, el nazareno que escribió, un año más tiene la satisfacción del deber cumplido!
¡SEÑOR, LO GRANDE QUE ES MI HERMANDAD, Y CABE EN EL CORAZÓN!
¡DIOS OS GUARDE Y BENDIGA SIEMPRE, NAZARENOS DEL SANTO ENTIERRO Y LA SOLEDAD!
Terminó la Función Principal de Instituto con la Acción de Gracias por parte del Hermano Mayor
Proclama, mi alma la grandeza del Señor, y se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador.
No hay palabras más hermosas ni mejores que estas que pronunció la Virgen en su visita a su prima,Santa Isabel; ahora las hago mías, para agradeceros a todos vuestra presencia, al Excmo. Ayuntamiento, a la Pastoral de hermandades, a nuestras hermandades hermanas y a todos los que durante siete días habéis llenado este templo, Gracias a fray Antonio José, que nos ha acompañado durante este Septenario, a nuestro párroco por su dedicación y a Francisco Cintado, hermano de nuestra Hermandad, quién será ordenado sacerdote en breve, estimado hermano, cuanta con nosotros cada vez que lo necesites.
Le doy gracias a Dios porque después de la noche llega el día, y cuando la espera se hace larga, en vez de caer en el desánimo, el Señor nos da fuerzas el sol brilla más y el Espíritu Santo inunda nuestros corazones para seguir luchando. Emplazo a todos a disfrutar, a repartir lo que los cofrades llevamos dentro.
Os pido que cada día miréis a los ojos de la virgen de la Soledad, en su mirada se refugiaron los ojos de Dios, en el pesebre y en el Calvario, después seguid con vuestra labor diaria, Ella será nuestra ilusión diaria y la razón de ser de los que rezamos en Soledad.
«El que tenga sed, que venga a mí; el que cree en mí que beba. De sus entrañas manarán torrentes de agua viva».
Soleanas, soleanos, ¡Viva la Hermandad de la Soledad!
José Manuel Salgueiro Morato
Hermano Mayor
