25 de diciembre de 2012

Texto íntegro de la Exaltación de la Navidad

XII EXALTACIÓN DE NAVIDAD DE SOLEDAD
DON LUIS ANTONIO CINTADO DURAN
Dicen que en Belén nacerá
Él es el fruto de la vida
El niño que alegría traerá
Es el hijo de María
Dicen que en Belén nacerá
Él es Fe, Esperanza y alegría
El que al mundo salvara
Él nace todos los días
     Señor Hermano Mayor de la Hermandad de la Soledad, Don José Manuel Salgueiro.
     Señor Presidente de la Junta Juvenil, Don Luis Ortega
   Junta de Gobierno de la Hermandad
     Diputada de juventud, Doña María José López
Amigas, amigos, familia, compañeros, soléanos, algabeños todos, buenas tardes en Xto.
Antes de empezar quería agradecer a la Junta Juvenil de mí siempre querida Hermandad su confianza depositada en mi persona para anunciar la llegada al mundo de Nuestro Redentor.
Agradecer también las palabras de cariño de mi amigo Reta, palabras que no me merezco y que son más fruto de nuestra amistad forjada por los años en la Hermandad que otra cosa. Todavía recuerdo como hace ya casi 19 años, en un Septenario me animaste a pertenecer a la Junta Juvenil. Hemos vivido muchos momentos en la antigua casa Hermandad y debajo de las trabajaderas de nuestro Cristo Yacente. Y seguro que esos buenos momentos se volverán a repetir pero ya dentro de nuestra nueva Casa Hermandad. Gracias de corazón Reta, gracias amigo, gracias Hermano.
Permítanme, que estas humildes palabras vayan dedicada a toda mi familia, hermana, tíos, abuelas, a mis abuelos, que estarán sentado a la derecha del Padre apoyándome desde arriba, pero en especial dedicada a 2 personas que podríamos decirlo así, encarnan a María. Se escenifica en la María Madre de Jesús, Nuestro Señor y en María mujer de José. Por lo tanto esta exaltación va sobre todo para mi madre, primero por hacerme soleano y luego haberme criado en el mundo de la religión, por darme la educación que tengo y por haberme enseñado a creer en  Jesús y en María en todas las advocaciones pero sobre todo a creer en mi Virgen, a creer en Soledad. Después por supuesto va dedicado a mi mujer Cristina, por todas las horas y horas que le robo a ella para dedicárselo a la Hermandad y por respetarme en mi creencias y por como soy. Por conocerme cofrade y por quererme cofrade.  Así que por esto y mucho más, estas sentidas palabras van por vosotras.
Me quiero acordar de una compañera, una amiga, que la conoce muy poca gente de las aquí presente, que no esta aquí hoy conmigo, pero se que esta dedicatoria a ella le va a llegar a sus oidos. Ella confio en mi en un momento dificil, me dio en parte la tranquilidad de la que ahora gozo y que menos que dedicarle estas breves palabras ahora que no esta pasando por un buen momento. Ella tiene todo lo que representa la navidad. Tiene Fe en la vida y Esperanza en que lo mejor todavia esta por llegar. Y luchadora como nadie, porque esta luchando contra el cancer como una ganadora. Asi que va por ti tambien estas palabras.
La plaza de nuestro pueblo ha visto muchas navidades, muchos inviernos. Tenemos muchas riquezas dentro de tan idílico espacio, donde con una simple foto de cualquier rincón se muestra la esencia de nuestro pueblo mariano, pero hoy que vamos a anunciar la llegada de Nuestro Señor Jesucristo, solo me queda fijarme en el tesoro más grande que tenemos en dicha plaza. Estas humildes palabras buscan consuelo con dicho tesoro. Hoy he recibido un gran regalo como es anunciar la llegada de Jesús que marcara un antes y un después en mi memoria y para eso busco el amparo de nuestra Reina. Por eso, a ti me encomiendo Soledad, Madre de soléanos, Reina de los algabeños.
Hoy toca hablar de la Navidad, tiempo muy especial para todos nosotros que somos creyente por ser una fiesta cristiana, pero también a la vez una fiesta pagana. Parece mentira, pero en la Biblia en ningún momento se menciona la fecha de nacimiento de Jesucristo, parece raro, sí, pero es así. Entonces ¿porque nosotros estamos celebrando ahora el nacimiento de Jesús? Muchos pensaran que es costumbre de nuestros mayores, que ha sido de toda la vida, pero no, esto viene de la época de los romanos, donde curiosamente los cristianos no celebraban los cumpleaños, ....... y nosotros como buenos cristianos que somos nos encontramos hoy aquí porque dentro de unos días vamos a celebrar el nacimiento de Jesús. Cuanto menos es curioso.
Hemos hecho de una fiesta de romanos, una fiesta de cristianos. Una fiesta de las personas que luego mataran a nuestro Señor en una cruz, hemos hecho una fiesta nuestra. Fíjense hasta donde llega el Espíritu y la lección que Nuestro Señor nos da y que se puede resumir en una palabra, Amor. El busca con este misterio de la Encarnación, nacer no solo en este tiempo de adviento, Él busca nacer todos y cada uno de nuestros días en nuestros corazones, día a día, mes a mes, año a año.
Pero estamos aquí para anunciar las entrañables fiestas de la Navidad. Para nosotros los cristianos, y sobre todo, nosotros que somos una Hermandad de franciscanos, es especial ya que fue San Francisco de Asís el que inicio la preparación del Belén allá por la Navidad de 1224 precisamente en una misa del Gallo, ya que el creo un belén viviente en su cueva de Asís. Esta tradición de poner belenes en las casas por este tiempo de Navidad ha llegado hasta nuestros días. Pero poner un belén no es solo poner figuras con paja y un poco de corcho, no. Poner un belén es ponerlo con el corazón, la Fe, la enseñanza que Jesús nos muestra cada día con su Evangelio. Tenemos todo el tiempo de Adviento para limpiar nuestros corazones para la preparación del Belén. Siempre lo último que debemos de poner es el misterio de la Encarnación, el misterio del Dios con nosotros. Pero el Belén de la vida nosotros lo debemos de poner a diario.
Ahora que también estamos en crisis de Fe y nos avergonzamos de la figura de Dios, debemos de creer con más fuerza en este misterio. Vemos a diario en las televisiones asesinatos de un marido a su mujer, de los hijos a los padres, peleas entre hermanos, divorcios. El último caso es de una madre que congela a su hijo en un vecino pueblo de Sevilla. Dios con su nacimiento en ese portal de Belén no buscaba esto, Él no nos enseñó esta doctrina, esa no es su Enseñanza.
Él es  todo Fe, ilusión, alegría, Jesús es Dios hecho hombre que morirá en la cruz para el perdón de nuestros pecados, Él es Amor. En la sociedad actual, muchos belenes están destrozados, no sabemos si la crisis económica, las drogas o el rechazo a Dios, pero cada vez se destrozan más belenes. ¿Cómo iba a hacerle daño José a María? .......eso es impensable ¡¡¡ ¿cómo va a hacerle daño María al hijo de Dios?!!!....uffff  no me entra en la cabeza.¡¡¡ ¿cómo Jesús le va a hacer daño a la mujer que le dio la vida?!!! ....... Él  no nos enseñó esa doctrina. Dios lucha a diario para que tengamos Fe, todos los días florece en nosotros un hilo de Esperanza, una ilusión. Jesús busca con el misterio de la Anunciación, que creamos a diario que en nosotros nace un niño, que en nuestros pequeños corazones nace esa Fe, esa Esperanza, esa dulzura, para que no se realicen estas atrocidades y anunciar con palabras y con hechos, que Dios ha apostado por el Hombre, que Dios se ha hecho carne para que el hombre se haga Dios.

Pero en estas fiestas que estamos celebrando todos reunidos, que es la fiesta del Nacimiento de Jesús, estamos levantando al hombre, elevarlo sobre sí mismo, para liberarlo de su vida cotidiana amenazada por la rutina y la monotonía. Podemos pensar que como están las cosas, por la crisis, tantas familias sin tener nada con que comer y también por lo que no es la crisis, no tenemos nada que celebrar, no tenemos el cuerpo para muchas alegrías, pero caer en esta trampa nos lleva a encerrarnos a nosotros mismos y a aislarnos y viviremos sin historias de navidad, sin familiares y sin amigos, y es cuando llegara a nosotros la depresión y la verdadera crisis de falta de ilusión, de Fe y de Esperanza que estas fiestas se encargan de recordar años tras años. Por eso tenemos que celebrar todo lo grande que podamos el nacimiento del Señor porque este tiempo de adviento, y por supuesto la fiesta de la Navidad nos regalan la Fe necesaria para superar nuestra vida. Nos brinda una nueva perspectiva de nosotros mismo, porque no solo celebramos el recuerdo de Jesucristo como algo pasado, sino que celebramos nuestra propia vida.
Estamos convirtiendo la fiesta de la Navidad en vacaciones de invierno. Estamos convirtiendo la entrega de bienes de los Reyes a Dios en una compra compulsiva de juguetes. Estamos desprestigiando la Navidad nosotros mismos. Antes los niños teníamos ilusión grande por la Navidad. Llegaba el tiempo de Adviento y se encendían las luces navideñas de nuestro pueblo y de nuestra ciudad de Sevilla, íbamos a ver los grandes belenes que se montaban en bancos y grandes superficies donde reflejaban fielmente todo lo que nuestros mayores nos cuentan que ocurrió en Belén aquella noche de hace más de 2000 años. Todos recordamos el gran Belén que se montaba en la antigua Caja del Monte, que reflejaba fielmente todo lo que paso en aquel tiempo. Ahora no, ahora la navidad se ha convertido en una gran fiesta comercial. Nuestros políticos no esperan a que entre el tiempo de adviento para encender las luces, sino que a mediados del mes de noviembre ya estén las luces puestas y colgadas y casi a punto de ser encendidas. Los grandes empresarios ya no montan esos grandes belenes, ahora montan solo el misterio con grandes figuras y algunos pastores, que es lo más importante de la Navidad, eso sí, que es nuestra razón de ser, pero estamos quitando la ilusión a unos abuelos que les cuenten a sus nietos que paso en Belén hace mucho tiempo o a los padres que muestren en esos grandes belenes fielmente que paso aquella noche. Aparte, prácticamente nos recuerdan desde principios de noviembre que ya estamos en Navidad con carteles y pegatinas puestas en escaparates. En definitiva, estamos haciendo caso al Papa y estamos quitando del Belén a la mula y al Buey. Parece ser también que en los grandes centros vende más Papa Noel que nuestros Reyes Magos y eso está calando en la sociedad, porque cada vez se regala más por Nochebuena. Nosotros los españoles, y por supuesto, nosotros los algabeños cada vez más adoptamos tradiciones americanas. Pues yo me sigo quedando con la ilusión de la noche mágica del 5 de Enero, noche que disfruto todavía como aquel niño disfrutaría en su humilde pesebre esperando la llegada de los 3 Reyes Magos, guiados por su Estrella de Oriente. Estamos volviendo a hacer de nuestra navidad una fiesta de nuevo pagana como hace 2000 años.
Ahora en estas fiestas del nacimiento de Dios, se da mucho el tema de caridad, que me parece perfecto. Se hacen en televisión, en prensa, por la calle, mucha campaña contra el hambre, contra los que menos recursos tienen, etc. Hace un tiempo leí en un periódico que en las fiestas de la Navidad, las personas de color que venden pañuelos en los semáforos de nuestra ciudad de Sevilla ganan casi el 50% de todo lo que gana en un año. Jesús, que nace todos los días en nuestras vidas y en nuestros corazones, busca que  la caridad sea todos los días del año y no solo en esta época, porque se da el caso que ahora en Navidad compramos pañuelos en todos los semáforos que paramos pero el día 7 de enero, negamos como San Pedro negó a Jesús, y ahí, hay no tenemos caridad, y sin embargo, todavía es Navidad, porque el 7 de enero, Jesús ha vuelto a nacer en nuestros corazones como nace a diario día tras día.                                          
En una Iglesia de Sevilla hay una frase muy elocuente que habla de la caridad y dice así. Si no tienes nada, NADA. Si tienes poco, POCO. Si tienes mucho, MUCHO. Solo Dios, tú y la Virgen sabes hasta donde puedes. Pero sino es así, que Dios te lo pague y la Virgen de la Soledad te lo premie. Él sabe hasta dónde podemos llegar cada uno de nosotros pero no debemos de centrarnos solo en esta época, porque al igual que Él buscar nacer a diario en nosotros, los que menos recursos tienen también comen y se visten todos los días. Me parece perfecto lo que acaba de aprobar la Hermandad del Señor de Sevilla. La Hermandad del Gran Poder ha reducido para el año venidero su presupuesto, pero ha aumentado el de su bolsa de caridad. Y estamos hablando de una cantidad que muchos de ustedes no se imaginan, llegando a triplicar el presupuesto de todo un año de algunas hermandades de nuestro pueblo y de la capital. También hemos escuchado en la tele  que Amancio Ortega ha dado 20 millones de €. Es una cantidad muy importante de dinero, claro que sí, pero Jesús se fija más en la persona que da lo que puede. Este hombre ha dado mucho dinero, sí, pero ha dado una ínfima parte de su fortuna. Una persona que da lo poco que tiene, a los ojos de Dios está dando más, mucho más que una persona rica. Las hermandades dentro de sus posibilidades colaboran mucho con caritas y los que menos recursos tienen. Ahora que estamos en Navidad están haciendo un esfuerzo muy grande por ejemplo para que los Reyes Magos visiten a todos los niños de nuestro pueblo o que muchas familias tengan algo que llevarse a la boca en este tiempo de Adviento. Pero ahora en tiempos de crisis, yo abogaría por aumentar y hacer más campaña de solidaridad, no solo en Navidad, sino durante todo el año, ya que nosotros somos parte de Jesús y expandimos su palabra. Lo poco que se coja, Jesús y los más necesitados lo agradecerán, y eso es también.
Todo esto lo digo, no sé si por lo que veo a diario en mi puesto de trabajo o lo que veo cuando uno pasea por el centro de Sevilla donde tenemos a múltiples asociaciones dando comida a tantas personas que lo necesitan y que están pasando hambre, pero ahora mismo el que pide comida no es un pobre indigente, sino personas que ayer tuvieron una vida desahogada. Ahora mismo el que pide ropa no es un pobre indigente, sino personas que ayer vestían ropas de marcas. Ahora mismo el que va al comedor social de la calle Misericordia a pelarse y ducharse no es un pobre indigente, sino personas que ayer tenían para pelarse en las mejores peluquerías y grandes bañeras para ducharse. Yo les invito una mañana a que se pasen por dicho comedor, por ponerle un ejemplo y porque es el que más conozco, verán que les cambiara la idea que tenemos de Navidad. Ahora mismo el que necesita de toda la solidaridad y caridad son ellos, pero mañana, mañana podemos ser cualquiera de nosotros. Por eso invito a las hermandades que todas las acciones que están haciendo por Navidad, no se queden solo en eso, en Navidad, porque Jesús nace todos los días en nosotros, luego todos los días tenemos un motivo más que suficiente para celebrar la Navidad.
                 Y como caridad nos estamos centrando solo en la comida y la ropa, pero no estamos pensando en toda persona mayor que pasaran estas Navidades solas en hospitales y residencias. Es una pena ver como un hijo abandona a su madre en un hospital o en una residencia mientras se sienta con toda su familia en una mesa para celebrar el Nacimiento de Dios, el nacimiento de un hijo. Cosa que no tiene lógica, pero así tenemos a nuestra sociedad, sin lógica. ¿Cómo nos puede pesar cuidar de nuestros padres? Que fácil olvidamos todo lo que nuestros padres han trabajado para que no nos falte de nada. ¿Y nosotros? Nosotros devolvemos esa muestra de amor celebrando la venida al mundo de Dios abandonándolos en residencias y hospitales. Las personas mayores cada vez son más cargas para sus hijos. Y eso es una hecho cada vez más común en este mundo tan tecnológico, tan avanzado y tan falto de amor al próximo. Si las hermandades no pueden olvidarse del que pasa hambre o no tiene para vestirse, no solo en navidad, tampoco deben de olvidarse de visitar al hermano enfermo, no solo ahora en estas fiestas, sino todo el año, para como hermanos, darle todo el amor de madre que María le da a su hijo Jesús. No nos sirve de nada tener la mejor Casa Hermandad, los mejores enseres, las mejores bandas, sino tenemos lo más importante, el patrimonio humano. Sino cuidamos a nuestros hermanos ¿para qué nos sirve ser Hermandad?
 El nacimiento de Cristo tiene un efecto entre nosotros, y es que nos ha divinizado. De esta manera, en Navidad celebramos la fiesta de nuestro propio comienzo. Celebraremos el Nacimiento de Cristo en Belén para poder creer que en nosotros tenemos vida divina. Sin estas fiestas no nos damos cuenta de la vida divina que tenemos nosotros y tomamos como vida propia lo visible desde fuera, nuestro trabajo, nuestros éxitos, nuestros fracasos, nuestras alegrías y nuestra angustia cotidiana y pasaríamos por alto que Dios mismo está en todos nosotros.
Un muy buen amigo cofrade y católico, me aconsejo que por Navidad, para buscar el significado de estas fiestas que me sentara delante de una foto del Niño Dios en su humilde pesebre, dejara vacía mi mente y buscara en el fondo de mi ser. Nos imaginamos que estamos allí, en Belén, y en lo más profundo de nosotros esta la humilde cuna de nuestro Salvador. En nosotros esta Dios tan tierna y amorosamente como este niño. Dios quiere habitar en nosotros aunque él sabe que somos pecadores, pero necesitamos celebrar la Navidad para creer porque nosotros no podemos creer por nosotros mismos en ello. Por eso necesitamos celebrar esta fiesta para estar cerca de Dios y que nos muestre claramente como Dios ha nacido en un establo rodeado de un buey y una mula, de todos los pastores, alumbrado por la estrella de Oriente que ilumina el camino para la llegada de los Reyes, y así tener fuerzas nuevas para acercarnos a Jesús.
            Aunque seamos capaces de imaginar todo esto, hay mucha gente, y cada vez más, que no se enteran de lo que es el misterio de la navidad. Ocurre todos los años, ocurren todos los días y lamentablemente ocurre  en estos días de Navidad. Se adornan todas las casas con figuras que recrean una imagen muy bonita pero suenan a fabula, a cuenta de hadas, a todo menos a verdad. Dios nos enseña una Navidad, la del amor, la paz, la caridad, la creencia en Dios que se hizo hombre, pero la sociedad actual tiene otra realidad totalmente diferente que tenemos que cambiar. Nos avergonzamos de Dios, de ir a misa, de creer en Él, por miedo no se a qué. El misterio de su nacimiento busca día a día que no nos falte esa creencia. Tenemos que tener esa Fe infinita que él quiere que le tengamos. Anunciemos y tengamos Fe, que este niño que nacerá en los próximos días será Dios que se hará hombre para el perdón de los pecados y nunca, nunca reneguemos de Él. Al revés, tengámoslo siempre presente en nuestros corazones porque nunca Dios dará la espalda al hombre, a ningún hombre, porque él nos acompaña siempre en nuestro caminar por nuestra vida terrenal
Desde hace más de 2000 años el mundo ha reconocido e incluso celebrado, aquella hora y aquel lugar, aquel niño recién nacido, aquel acontecimiento llamado navidad. Pero desde el principio, desde aquel primer día en el corazón de María hasta hoy, solo unos pocos han reconocido que esa navidad, ese nacimiento de Jesús de Nazaret, ese hijo de mujer, es el hijo de Dios.
Alegrémonos hermanos Soléanos porque en el fondo de esa navidad que el mundo conoce, nosotros queremos ver y creer en la verdadera navidad, la que le da pleno sentido a nuestra vida, aquella por la que nadie podrá arrebatarnos la paz, la alegría, la esperanza, el amor al próximo y a los nuestros, que es de las pocas cosas de valor que tenemos en nuestra vida
Alegrémonos hermanos Soléanos porque no habrá en el corto calendario de nuestra vida, ningún solo día, ningún solo instante, en el que no podamos reconocer al que ha venido en un pequeño rincón de Belén para ayudarnos, para aliviar nuestro dolor, para aliviar nuestras penas, para secar nuestras lágrimas, para sostenernos, para levantarnos y en definitiva, vino para salvarnos.
Alegrémonos Hermanos Soléanos porque no habrá dolor ni Soledad que Él no ha hecho suyo con el misterio de la Encarnación. Porque Jesús no ha nacido para vivir una vida de triunfo sino para rescatar nuestras vidas porque él nos lleva camino de Jerusalén, al Gólgota del Amor, porque no hay dolor que Él no haya sufrido, ni vacío que Él no haya llenado, ni Soledad que él no haya acompañado, porque el rescate de nuestras vidas ha sido ya y es María.
 Alegrémonos Hermanos Soléanos porque desde aquel bendito nacimiento en carne del Hijo de Dios, no hay día que no sea Navidad, porque siempre nace el que nació en el vientre de María por obra del Espíritu Santo. Siempre nace Dios, que viene al mundo para que tengamos Fe, Fe en un niño que nació para traernos la paz al mundo, que nos libra de nuestros pecados, que nunca nos abandona, que busca que todos los días sea Navidad, que busca darnos Felicidad.
Alegrémonos Hermanos Soléanos porque llega la verdadera, la única, la eterna navidad. Dios hecho hombre, para hacer al hombre como Dios. Y todo porque María dijo Sí. Se atrevió a confiar a Dios, es orgullo de nuestra raza, es un canto agradecido de todo su pueblo a María, bajo la Advocación de Soledad, reina de La Algaba. Decir Navidad también es decir mujer. Si, fue una mujer, fue María la que ella todo lo puede, la que dio la vida a Jesús Dios Padre, fue su seno la que lo cobijo, mujer fue, si mujer, el poder de todo un Dios pendiente de una mujer. Nadie mejor que tú, mujer, hija, madre, hermana, esposa, tía para comprender mejor que nadie lo que es el misterio de la Encarnación, nadie entiende como tu mujer, los dolores del parto, la nueva vida que se abre paso, la Esperanza y el llanto. Nadie como tú mujer, para comprender el misterio del que estamos hablando, el milagro de la vida, por eso generación tras generación han sido las mujeres las que nos han contado la navidad, solo ellas siguen llorando cuando ven a María en aquel establo, solo ellas tiemblan de alegría ante tanto amor que provoca este canto, y ahora, se me quiebra en llanto, porque miro a mi alrededor y veo que los hombres y las mujeres de nuestra tierra han perdido el amor.
A ti mujer, hermana, esposa, madre, hija, en un objeto te quieren convertir, mujer objeto que compra y gasta para consumir. Es digno de alabar como tu mujer te has levantado, buscas la igualdad, luchas contra el maltrato, luchas por sacar a tus hijos y a tu familia adelante. Porque aunque cada vez más los hombres ayudemos a las mujeres, tenemos que reconocer que las mujeres llevan el peso de una casa, trabajan, cuidan de sus hijos, de sus mayores, hacen las labores del hogar, recogen, luchan, aman, y algunos hombres se lo reconocen con el maltrato, y con ese maltrato estamos matando y maltratando a la navidad, porque una mujer nos dio la vida, Jesús fue traído al mundo por María. Y como otras muchas veces, padre o madre, porque también tenemos el caso, maltratamos a los hijos, maltratamos a Jesús hecho niño del vientre de María.
Hay veces que pienso que nos estamos convirtiendo en el nuevo Herodes, que con nuestros actos condenamos a muerte a millones de víctimas inocentes. ¿Es acaso esto Navidad? ¿No somos nosotros los nuevos Herodes que condenamos  a millones de niños a morir de hambre o a ser esclavos para que nos hagan ropa? ¿Es acaso eso Navidad? Y yo soy el primero que tengo que cambiar, porque soy el primero que compro, cada vez menos, esas marcas que todos sabemos. Y yo me pregunto ¿y todo esto para qué? pues para tener nosotros más, y más y más pero cada vez somos menos personas, menos, menos. Según los ecologistas dicen que les robamos a los países menos desarrollados un 25 % de su riqueza y que nosotros como país le damos solo el 0,7% de la nuestra. Y a ese 0,7% le llama el Gobierno solidaridad con el Tercer Mundo, cuando se gastan millones y millones en rescatar bancos y quedárselos los políticos, mientras a los más necesitados, ya no solo del Tercer Mundo sino a los españoles de pie como pueden ser nuestros mayores también les están robando. Y el gobierno y por ende los políticos dicen que tenemos que ser solidarios y ayudar entre todos ¿es acaso esto Navidad? Mi amigo cofrade que todos ustedes conocéis, me dice que solidaridad es compartir lo necesario para vivir, más de uno dice que solidaridad es dar las sobras de nuestros banquetes en Navidad
Alegrémonos hermanos soléanos porque este canto a la navidad no es solo llanto, es también una exaltación de Esperanza. Esperanza porque tenemos Fe en ese niño que nacerá en pocos días, porque volveremos a vivir la verdadera Navidad. Tenemos que levantarnos y unirnos ante la cada vez más falsa sociedad y transmitirles a nuestros hijos y todos los demás la verdadera Navidad, Navidad no solo en Inviernos, sino durante todo el año. Quien sino nosotros que somos Hermanos en Cristo, quien sino nosotros que tenemos la Esperanza hecha niño. Yo en esta navidad os invito y me invito yo también por supuesto a levantar nuestra voz y decir que hoy nacerá Dios. Porque si nosotros que somos cristianos callamos, la vida morirá.  Si nosotros los cristianos dudamos, la muerte avanzara. ¿Que será sin ti, cristiano, la verdadera Navidad?
Alegrémonos hermanos soléanos, porque en breve nacerá Dios, que morirá en la Cruz para el perdón de nuestros pecados, será enterrado por sus hermanos vestidos de negro soleano, y resucitara y dará la vida en su domingo soleado, siempre acompañada por su Madre, María, que tendrá una angustia muy grande, que nunca estará sola, porque tiene el amor de sus hijos y que el Domingo resurrección, Ella será Estrella de la mañana, Ella es Soledad Reina de La Algaba
Feliz Navidad a todos. He dicho