19 de abril de 2012

Viernes Santo en la cámara del costalero

Traemos hoy un reportaje fotográfico que han realizado los hermanos costaleros, más concretamente Retamino, en el podemos ver como se preparan para la estación de penitencia, el compañerismo, como van metiendo a los más pequeños en este mundo de la faja y del costal....

Acompañamos las fotos con el bellísimo poema que MªJosé Jiménez Arauz dedico en su Pregón del Soleano de este año a los hermanos costaleros y más concretamente a su tío Isidoro.

“¿Qué sientes costalero?”.
Y son muchas las respuestas
Que encuentra esta pregonera.
¿Quieren que yo se la cuente?,
¿Quieren saber su secreto?
Siente que tiene la suerte
De ver cumplido su sueño;
Igual da de fijador,
De corriente o de costero,
O en las esquinas del paso
Si lo ponen de patero.
Siente la gran alegría
De mostrarse satisfecho
Por vestir faja y costal
Y dar en todo momento
Una lección de nobleza,
De cofrades de los buenos.
Siente la felicidad
De poner todo su empeño
Cuando la trabajadera
Reposa sobre su dañado cuello,
Cuando el capataz le guía
Y le da su voz de aliento.
Siente que vale la pena
Entregarse por completo,
Y si hay que sufrir, se sufre,
Para ver a otros más contentos.
Siente que llevar un paso
Es dar amor verdadero
A la Hermandad que quiere,
La de sus padres y abuelos,
A la que lleva muy dentro.
Siente que la oscuridad,
Bajo su paso,
Le alivia la fatiga,
Le proporciona el consuelo,
Y la chicotá más larga
Parece que dura menos.
Siente que cada mecía
Equivale a darle un beso
A la Virgen o al Señor
Para aliviarles el duelo,
Rezando con su sudor
Detrás del respiradero.
Siente que su oficio es
Dar a la muerte sosiego,
Llevar a Cristo Yacente
A recibir Santo Entierro,
Y a consolar a la Virgen
Por su hijo que va muerto.
Siente la satisfacción
De no escatimar esfuerzos,
Y al oír “¡tos por iguá!”,
Cuando todos están puestos,
Nota que su corazón
Le rebota por el pecho.
Siente cada levanta,
Como expresión del deseo
De hacerse buenos amigos
Del mismísimo San Pedro,
Para que un día les diga:
“¡Pa dentro, que el cielo es vuestro!”.
¿Qué cómo sé yo estas cosas?,
¿Qué quién me ha contado esto?…
Me lo ha dicho una persona,
De la que estoy orgullosa:
¡Mi tío costalero!
¡Isidoro, VA POR TI!