10 de febrero de 2012

El Evangelio del domingo, Día del Señor

Evangelio según San Marcos, capítulo 1, versículos del 40 al 45

40. Vino a Él un leproso, le suplicó y arrodillándose, le dijo: "Si quieres, puedes limpiarme".
41. Entonces, Jesús, movido a compasión, alargó la mano, lo tocó y le dijo: "Quiero, sé sano".
42. Al punto lo dejó la lepra, y quedó sano.
43. Y amonestándolo, le despidió luego,
44. y le dijo: "¡Mira! No digas nada a nadie; más anda a mostrarte al sacerdote, y presenta, por tu curación, la ofrenda que prescribió Moisés, para que les sirva de testimonio".
45. Pero él se fue y comenzó a publicar muchas cosas y a difundir la noticia, de modo que (Jesús) no podía ya entrar ostensiblemente en una ciudad, sino que se quedaba fuera, en lugares despoblados; y acudían a Él de todas partes.