4 de noviembre de 2011

5 años del CL Aniversario

Parece que fue ayer, y ya han pasado 5 años de la salida en la que celebramos el CL Aniversario del Traslado del Convento de San Francisco de los Ángeles a la Parroquia de Ntra. Sra. de las Nieves.
Cinco años del pregón:
Tablada te está añorando
Viejo pendón de Castilla
Mientras tu espada Fernando
Vuelve cristiana a Sevilla…
Cinco años del gran cartel que pintase para la ocasión Antonio Hermosilla, en el que mostraba a la Virgen con el Señor en los brazos, rodeada de una parte por el campanario de la Parroquia y en el otro el cirio Pascual con la Imagen del Señor Resucitado.
Cinco años del besamanos extraordinario en el que la Virgen, vestida como una novia, presidió por varios días el Altar Mayor de la parroquia soleana. Cinco años de una Función para recordar, con el coro de la Soledad de Alcalá del Rio, cinco años de un gran párroco: Antonio José Mellet. Cinco años de una salida para recordar toda la vida, porque cada veinticinco años, la Madre con Dios dormido en sus brazos recorrerá las calles del pueblo soleano que cae rendido ante la belleza sin par de la Reina de La Algaba.














Para plasmar tus formas en la madera
y retratarte en inmortales lienzos,
o bien del genio en la embriaguez sublime
aprisionar en rimas armoniosas
tu infinita belleza.

Se encorvaron ingenios escogidos
a concertar la idea con el verso;
en improta labor de amables rostros,
le vimos esbozar y, ya acabados,
retrocar con la escofina.

Mas, después de crear obra perenne,
sufren todos el triste desengaño
que ni el Titán del arte vencer pudo...
eres bella, Soledad,
más que el día recién amanecido.

Tan sólo expresar pudo tus hechizos
el Creador con mano omnipotente:
y dio por corona a tu real semblante
los tintes de la Aurora.

Tú, benigna. Tú, hermosa como Luna,
Estrella de la Mar que entre las olas
al navegante guías en noche oscura
a La Algaba amada.

Te envuelve el Sol y su esplendor irradias,
te viste el Arco Iris de belleza,
te canta Gabriel y dante su perfumo
los lirios y las rosas.

Pintan la blanca luz de la alborada
y la estrellada noche tus hechizos,
con las mieses doradas y las flores
que envidian tu donaire.

Te contemplo en las trémulas corolas
que beben la nueva luz y en el rocío
en el valle, en el Guadalquivir y las colinas
Del Aljarafe
que siempre te sonríen.

Habla de Ti también la hora postrera
del día que al ocaso ya declina...
rojo y áureo es el cielo en el Poniente;
donde los colores ante tu belleza se esfuman,

Y sube de la sombra ya crecida
en lontananza un resplandor de brasas.
Céfiro blando, miramos tu rostro,
 en el que la Vega se esconde.

Allá a lo lejos suena el muñidor
a la grey conduce, su cruz de guía
idilios de capas blancas y de amor
que pasea bajo palio a María.

Brillan arriba Sirio y el Lucero,
entra la noche y ya se enfría el aire,
todo rumor acalla la hora tarda,
la paz el mundo envuelve.

Hora solemne, en ella se difunde
con ritmo alegre el son de las campanas
que canta por La Algaba y sus vientos
el regreso de la Virgen amada.

El alma se concentra emocionada,
inunda el corazón honda poesía,
y el soleano con amor solloza

¡Dios te salve, María!
Llena eres de Gracia,
El Señor es contigo
Bendita tu eres entre todas las mujeres
Y Bendito es el fruto de tu vientre, Jesús

Santa Maria, Madre de Dios;
Ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora
De nuestra muerte.

Amén