8 de abril de 2011

Entrevista al pregonero de 2011

A mi amigo Jerónimo en el día de su pregón.


Muchos han sido nuestros encuentros en reuniones, misas, numerosas las lecturas compartidas entre cafés de media tarde en otoño e invierno, dándonos a conocer el uno al otro nuestras impresiones sobre los textos gozados sobre el sueño entintado de un papel...


Eres amante de la prosa, yo del verso, pero los dos amamos la poesía, aquella literatura en la que se busca la armonía de las palabras, el sentimiento, la sonoridad, la profundidad en todo aquello que se escribe.


Nunca te habías planteado ser pregonero, en más de una ocasión te decía que tenías perfil para ello, y tú, sin embargo, lo negabas. ¡Dios!, y lo tengo muy claro, Él,es el único que no se equivoca, y desde su infinita buena muerte ha querido derramar sobre tu cabeza la sangre que surca la anatomía de su cuerpo para llenarte de su gracia. “Has de pregonar mi Pasión, la misma que llena de sentido tu vida”, es lo que imagino te ha dicho el Señor al encomendarte esta misión nueva en tu camino.


Claro está, Jerónimo, que al hablarnos de la Pasión, va enlazado a la esperanza, aquella con la que todos los cristianos hemos de vivir para poder afrontar nuestra realidad, esa misma que cada vez está más materializada, aunque yo sé, querido amigo y compañero del alma, que en tu corazón lo está, porque en ti reside lo esencialmente espiritual.


Eres una gran persona, y lo pondrás de manifiesto el 10 de Abril en la Parroquia de Ntra. Sra. de las Nieves. He de reconocer que, desde que te conozco, me siento mejor persona, que has tratado de ofrecerme siempre tu mano en todo lo que me ha hecho falta, y sin necesidad de tener que pedirte nunca nada. Ya, sólo en eso, se hace patente tu sinceridad, tu lealtad, tu verdadero sentir cristiano, también tus rarezas, que tenerlas las tienes, me imagino que en estos momentos al leer esto, esbozas un sonrisa.


No te deseo suerte, porque no precisas de ella, tienes la gracia y el orgullo de ser algabeño, de despertar cada mañana con los sones de las campanas de nuestra Parroquia, y cruzar por Pilar García, dejando atrás el azulejo de la Pureza Coronada, donde tras unos muros centenarios espera paciente Jesús Sacramentado y desde luego, por todo ello, tu voz alentará a los cofrades, alentando las ilusiones de tantas personas que se sienten soleanos, porque la Soledad de nuestra Virgen, indudablemente, la llevas por bandera en cada acción que haces...


Querido Jero, gracias por ayudarme tanto, por ser, en cierto modo, un pequeño gran maestro también para mí, por abrirme tantas puertas como siempre haces dentro de este mundo cofrade donde tan difícil a veces es poder entrar... Tú me has enseñado muchas cosas; muchas, y espero que tu Pregón de Soleano, del que yo fui su primer pregonero, sea una lección que siga alentando, como siempre haces con tu palabra, nuestros sentimientos.


José Manuel Salgueiro Morato



-¿Cómo afrontas este reto?


Me siento muy tranquilo en estos últimos días. Durante todo este tiempo he tratado de organizar mis ideas e ir eligiendo aquello que he considerado más importante para transmitirlo. Aunque en un principio tuve dudas entre mostrar de manera abierta mis inquietudes acerca de nuestra Hermandad, finalmente he decidido no hacerlo, pues creo que eso debe realizarse en una mesa redonda, un debate... Mis palabras irán dedicadas por completo a nuestros tres Titulares, a mostrar la grandeza que desprenden durante todo el año, y de manera especial en estos días de la Semana Santa. Mi pregón será uno de tantos, no aportaré nada nuevo, pues ya todo está más que dicho. Pero sin duda, el próximo domingo día 10 de abril de 2011 volveremos a sentirnos todos los soleanos como lo que realmente somos: una verdadera familia.


-Por tus estudios se podría decir que el pregón tendrá muchos tintes históricos. Sí, soy Licenciado en Geografía e Historia. Pero mis estudios se deben a una vocación de inquietud de conocimiento y a una vocación de enseñanza. En el pregón no pretendo enseñar a nadie, como si estuviese impartiendo una clase, sino más bien de mostrar cosas que ya todos conocemos. Realmente, no aparece ningún dato referente a la historia de nuestra corporación, ni siquiera lo he tenido presente en el boceto original. Los hermanos soleanos conocemos muy bien cuál es nuestro origen y cuál es el sitio que por derecho y por historia nos corresponde en este pueblo.



-La Semana Santa tiene una parte que no es religiosa. Tendrá cabida en sus palabras.


La Semana Santa es una experiencia estética de lo sagrado que tiene muchísima riqueza. La parte religiosa es fundamental, es el núcleo esencial del que parte todo, pues sin ello nuestras procesiones serían meros desfiles - unas veces más brillantes que otras - pero nada más. Pero también la Semana santa es fiesta, porque el Hombre tiene la necesidad de convertir a Dios en algo cotidiano para disfrutar de Él. Así ha ocurrido siempre en nuestra cultura occidental, y no por ello la Semana Santa pierde valor ni importancia. Estas ideas las desarrollo de manera muy indirecta a lo largo del pregón, con muchos matices que muestran que la Semana santa no es sólo fanatismo religioso ni obsesión por evangelizar, palabra que está tan de moda en nuestros días. Tan peligroso es reducirlo todo a un puro folklore como reducirlo todo a un misticismo absurdo.


-El pregón será en prosa, en verso, en ambas…


No se me da bien la poesía, así que he optado por una prosa poética. La estructura y la forma sigue las formas de la moda literaria de los últimos cinco años, con una prosa repleta de matices, en ocasiones, más bellos para ser leídos que proclamados. Aún así, comprendo que hay muchas personas que se identifican con los versos, así que habrá algunos. Por supuesto, nunca se está plenamente satisfecho con lo que se escribe, pues quedarán muchas ideas por decir.


-Ha pasado un tiempo desde tu designación ¿Cómo lo has pasado?


La persona encargada de hacerme llegar la designación fue mi buen amigo D. José Manuel Salgueiro Morato, que es Diputado de Formación. Fue la noche del 9 de diciembre. Desde entonces he tenido presente el día del pregón, aunque es en estos días, cuando ya la primavera y la luz de la Semana Santa se hacen palpables, cuando más cerca lo siento. Han sido unos meses bonitos, en los que he sentido el cariño y el apoyo de muchísimas personas.


-¿Tuviste que pensar mucho el dar el sí a la Hermandad?


Lo pensé durante un par de días, tres a lo sumo. La designación llegó en un momento en el que tenía que responder a otras obligaciones personales, aunque basta que mi Hermandad me pida ayuda para que cambie de preferencias.


-¿Por qué crees que te eligieron?


Nuestra Hermandad es especial y uno nunca sabe lo que se va a encontrar en ella. Fue una sorpresa a medias para mí, algo intuía desde unos días antes del aviso. Lo que sí tengo claro que la designación me ha ayudado a superar alguna desgana que arrastraba desde hacía algunos meses y a recuperar mi ilusión por la Hermandad, de la siempre me siento tan orgulloso. Por eso nunca estoy plenamente de acuerdo con todo lo que hacemos, porque siempre procuro que la Hermandad sea un espejo en el que mirarnos todos los cofrades de La Algaba. Soy muy exigente.


-¿Qué es hacer un pregón?


Un pregón tiene como finalidad dar a conocer alguna nueva noticia a la gente. Pero lo que yo voy a anunciar, los hermanos de Soledad lo sabemos ya desde hace quinientos años. Por tanto el pregón creo que tiene una finalidad distinta: crear un sentimiento de unidad, de corporación, de hermandad. Exaltando valores comunes y compartidos por todos, el pregón sirve para aglutinar a la gente, para devolverles la ilusión, la conciencia de lo que somos y de lo que debemos ser, el orgullo de sentirnos soleanos, tener presentes a tantas personas que ya han fallecido, nuestra responsabilidad para educar a nuestros niños en la misma devoción que nosotros sentimos ... Un pregón no es una clase de catequesis ni una muestra de misticismo religioso, no es ni una homilía para jugar a ser curas ni un sermón dirigido para hacer la pelota a los curas. Un pregón es algo mucho más cercano a todos nosotros, es nuestra propia vida reflejada en apenas una hora.


-¿Qué es lo que espera que los cofrades digan al finalizar su pregón?


Los hermanos de Soledad me conocen. Saben que no voy a dar voces encendidas ni a buscar aplausos. Mi prosa será para escucharla, para meditarla. No quiero que el pregón dure más de una hora, pero cualquiera que sea la opinión, será de mi agrado.


-Tú llevas toda la vida vinculado a la Semana Santa ¿cómo la vives?


Es cierto que me gusta la Semana Santa, aunque no me desvivo tampoco por esta fecha. Suelo disfrutar muchísimo en el Septenario, con su organización en los años que he dirigido los cultos de nuestra Hermandad. Pero la Semana Santa la vivo en Sevilla, como muchos de nosotros. Durante todo el año tengo mucha nostalgia por la mañana del Viernes de Dolores en la que asisto a la Función Principal de mi otra Hermandad de El Valle, un portento de clasicismo y de buen gusto. También vivo mucho la tarde del Jueves Santo, cuando acompaño a la Virgen del Valle. Durante el resto de días, disfruto de las procesiones, pero nunca con prisas ni con agobios. No las veo todas. Algunos años, incluso, se me han escapado las tardes tomando café en una reunión de amigos y sólo salía a ver el regreso de alguna cofradía, a altas horas de la noche. En La Algaba disfruto mucho durante la mañana del Viernes Santo, me gustan los años que están nublados, y asisto a los Oficios. Tampoco tengo unas vivencias muy distintas de las que podamos tener todos.


-¿Y desde el punto de vista de un hermano del Nazareno?


Siempre he salido de nazareno con la Virgen, aunque también he sido acólito durante unos años. Me gusta ser nazareno, sentirme anónimo, sentir que formo parte de un cortejo en el que todos tenemos unos mismos sentimientos y en el que el amor a la Virgen de la Soledad está por encima de todo. Cuando voy de nazareno no estoy rezando todo el tiempo ni mucho menos, sino que me fijo en muchos detalles: en el ambiente de las calles, en las caras de sorpresa de tantas personas cuando la Virgen pasa ... Lo que sí tengo claro es que prefiero el Viernes Santo al Domingo de Resurrección.


-¿La Semana Santa de La Algaba es especial?


Tiene mucho sabor. A pesar de ser un pueblo tan cercano a Sevilla, hemos sabido conservar nuestra propia identidad. Cada Hermandad se esfuerza por conseguir cada año mejores resultados. Las Hermandades han sido siempre las que han movilizado al pueblo, son ellas las que dan sentido a nuestra vida a lo largo del año. Por eso todo lo que se haga está bien hecho, pues es lo que quiere la gente. Sí echo en falta que no vistan la túnica personas de edad a partir de los cuarenta años. Vestirse de nazareno no es sólo cosa de niños ni de jóvenes, sino de todos. Detesto mucho ver a personas que durante todo el año están por las hermandades y que cuando llega el día no se visten de nazareno, siempre con la misma excusa de no dejar solos a sus hijos a sus maridos o esposas. Este pueblo parece que avanza en ocasiones a impulsos de modas, y esto de ver las cofradías " por fuera " es una moda de nuestros días. Lo que sí está claro es que la Semana Santa es la principal fiesta de nuestro pueblo, y esto deberían tenerlo presente aquellos a los que esto parece fastidiarles.


-¿Y la hermandad de la Soledad?


Claro que es especial, qué voy a responder yo. Pero este carácter especial de nuestra cofradía lo vemos en muchas cosas: el muñidor, los nazarenos negros de ruán y esparto, nuestro paso de caoba y plata, el pelícano como símbolo soleano, nuestro carisma franciscano, las niñas vestidas de Verónicas, nuestra seriedad ... Son detalles que hacen que la Hermandad de Soledad sea única en La Algaba. El Viernes Santo es un día de corbata negra y de mujeres vestidas de luto detrás del paso de la Virgen. Echo de menos este detalle, pues hay ocasiones en las que parece que la única que guarda luto vestida de negro es sólo la Virgen de la Soledad. Y por supuesto, lo más importante de todo: la devoción que el pueblo le profesa a la Virgen de la Soledad. Es algo que no se puede cuestionar, y que no es ni mejor ni peor, tan sólo una realidad palpable. Por eso nuestra responsabilidad también es mayor.



-¿Tiene un rincón especial para sentir y vivir la Semana Santa?


Me gustan tres enclaves para la tarde del Viernes Santo: el Compás, cuando la cofradía pasa por la Casa Hermandad y recuerdas tantas cosas como se han hecho a lo largo del año; me gusta la calle Cruz del Convento, que tiene tanto sabor, con sus adoquines, una de las escasas calles bonitas que nos han quedado, y me acuerdo de tantos soleanos que ya han fallecido; y también me gusta el final de la calle Almería, cuando no hay personas apenas en la calle, y todo es mucho más silencioso y bello.


-Este año será especial ¿Cómo cree que lo vivirá?


La gente estará pendiente de mí el próximo día 10 de abril. Es el día del pregón. Pero el Viernes Santo volveré a ser el mismo de todos los años, uno más de los muchos nazarenos que hacemos nuestra estación de penitencia. Mis sentimientos serán los mismos de todos los años, los que me han enseñado a tener.


-Tradicionalmente el pregonero elige una marcha para ese día…si tenemos Banda, ¿Cuál será su marcha?


La marcha que me gustaría que se interpretara es Virgen del Valle. No sólo por los recuerdos que me trae, sino porque es una de las joyas musicales de nuestra Semana Santa. No sé si el Director de la Banda decidirá tocar en la iglesia, pues como no está de acuerdo con situarse delante de nuestros pasos, no creo que asista al acto del pregón. La iglesia es el lugar más idóneo para hacer una exaltación a nuestros titulares. No comprendo esta decisión del Director, desacertada completamente, pero ojalá tuviera yo la oportunidad de situarme delante de la Virgen en su paso, como lo hace la Banda de nuestra Hermandad.


-Llega el día, la iglesia llena ¿cómo se ve?


Tranquilo. Feliz. Con ganas de que llegue el momento para pasar un rato agradable con todos vosotros.