Buscó La Algaba a Dios Dormido lirio de su alma
buscó en la flor del naranjo de sus recoletas plazas
buscó en la estrechez de las tejas el roce y el reflejo en sus fachadas
buscó en el árbol su Cruz y en el aire su mirada
y en los rincones su luz y en las calles su llamada
y en el cielo el más azul ...pero con Cristo no daba...
buscó en la flor del naranjo de sus recoletas plazas
buscó en la estrechez de las tejas el roce y el reflejo en sus fachadas
buscó en el árbol su Cruz y en el aire su mirada
y en los rincones su luz y en las calles su llamada
y en el cielo el más azul ...pero con Cristo no daba...
Buscó el pueblo a Dios Dormido entre oración y plegarias
buscó entre aromas de fe la saeta en su garganta
buscó entre un bosque de cera infinita iluminaria
buscó entre cinto de esparto entre negra indumentaria
entre capirote y cola entre ruán y alpargatas
oraciones insonoras ...pero con Cristo no daba..
buscó entre aromas de fe la saeta en su garganta
buscó entre un bosque de cera infinita iluminaria
buscó entre cinto de esparto entre negra indumentaria
entre capirote y cola entre ruán y alpargatas
oraciones insonoras ...pero con Cristo no daba..
En el piadoso silencio La Algaba buscó sus plantas
buscó entre clavel y lirio entre cirios y entre varas
entre incensario y naveta entre la música sacra
entre acólitos y preste a Cristo desesperada...
A tres golpes de martillo Dios se acercaba acercaba
y buscó su canastilla de oscura caoba y plata
y buscó entre cera para adivinar su cara
y buscó entre las flores donde su Imagen destaca
y buscó su muerte lívida fuente de sangre y de agua.
Las heridas de las espinas sobre sus sienes clavadas...
y siguió buscando a Cristo, La Algaba desesperada...
Buscó el nazareno a Dios y lo encontró en la plaza
lo vislumbró en el compás de la laguna velada
reflejado en contraluz de paredes y ventanas
entre los cañaverales de la cera consumada
por las brumas aparentes que disipa la mañana..
encontró La Algaba a Cristo, Dios en su urna dormía.
y siguió buscando a Cristo, La Algaba desesperada...
Buscó el nazareno a Dios y lo encontró en la plaza
lo vislumbró en el compás de la laguna velada
reflejado en contraluz de paredes y ventanas
entre los cañaverales de la cera consumada
por las brumas aparentes que disipa la mañana..
encontró La Algaba a Cristo, Dios en su urna dormía.
Mientras el pueblo rezaba.