Ayer dio comienzo en nuestra parroquia el Triduo que cada año dedicamos a Nuestro Titular.
10 de noviembre de 2016
Misa y Rosario en el cementerio
Como cada año celebramos en el Camposanto algabeño misa de réquiem y el Santo Rosario por todas las calles del mismo.
2 de noviembre de 2016
Concierto y merienda
El pasado sábado la Banda de Música de nuestra Hermandad, ofreció un concierto en nuestra futura capilla. donde además se sortearon varios premios entre benefactores que jugaron al juego de la hucha y no fueron agraciados.
Convivencias hermandades de la Soledad
E pasado 23 de octubre una representación de nuestra hermandad asistió a la
XLIII Convivencia Nacional de las Hermandades de Soledad celebrada en
Albaida del Aljarafe.
Vestida la Virgen para el mes de los difuntos
La virgen de la Soledad ha sido ataviada para el mes de noviembre, con el color negro que caracteriza a nuestra Hermandad.
1 Y 2 DE NOVIEMBRE SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS Y DE LOS FIELES DIFUNTOS
La solemnidad de Todos los Santos como la conmemoración de los
Difuntos, son dos celebraciones que recogen en sí, de un modo especial,
la fe en la la vida eterna. Y aunque estos dos días nos ponen delante de
los ojos lo ineludible de la muerte, dan, al mismo tiempo, un
testimonio de la vida.
El hombre, que según la ley de la naturaleza está "condenado a la muerte", que vive con la perspectiva de la destrucción de su cuerpo, vive, al mismo tiempo, con la mirada puesta en la vida futura y como llamado a la gloria.
La solemnidad de Todos los Santos pone ante los ojos de nuestra fe a
todos aquellos que han alcanzado la plenitud de su llamada a la unión
con Dios. El día que conmemora los Difuntos hace converger nuestros
pensamientos hacia aquellos que, dejado este mundo, esperan alcanzar en
la expiación la plenitud de amor que pide la unión con Dios.
Se trata de dos días grandes para la Iglesia que, de algún modo, "prolonga su vida" en sus santos y también en todos aquellos que por medio del servicio a la verdad y el amor se están preparando a esta vida.
Por esto la Iglesia, en los primeros días de noviembre, se une de modo particular a su Redentor que, por medio de su muerte y resurrección, nos ha introducido en la realidad misma de esta vida.
Se trata de dos días grandes para la Iglesia que, de algún modo, "prolonga su vida" en sus santos y también en todos aquellos que por medio del servicio a la verdad y el amor se están preparando a esta vida.
Por esto la Iglesia, en los primeros días de noviembre, se une de modo particular a su Redentor que, por medio de su muerte y resurrección, nos ha introducido en la realidad misma de esta vida.
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